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Chat GPT: ¿amigo o enemigo del docente?

Escrito por Autor 1 | Aug 30, 2024 5:45:31 PM

Los y las docentes enfrentan nuevos desafíos con la tecnología, especialmente con ChatGPT, que transforma la educación y pone el foco en la implementación de nuevas estrategias.

Diversos han sido los desafíos a los que los y las docentes han tenido que enfrentarse en los últimos años en cuestiones educativas; desde el traspaso a la virtualidad en épocas de COVID hasta la creciente innovación tecnológica que ha surgido a partir de entonces, donde la nueva herramienta conocida como chat GPT parece haber comenzado a liderar una verdadera revolución en el campo educativo. Esta herramienta lanzada por OpenIA con el fin de “beneficiar a toda la humanidad” supone, para muchos, una transformación radical del sistema educativo tal y como se lo conoce hoy, haciendo que, una vez más, el docente deba repensar sus prácticas y estrategias a la hora de enseñar.

Esta innovadora herramienta que no pasa desapercibida es, hoy en día, sinónimo de pánico y foco en muchos de los debates que actualmente están en agenda en el ámbito de la educación. Por este motivo, en este artículo proponemos indagar un poco más sobre su funcionamiento, ventajas, desafíos y cómo el docente puede apropiarse de ella como un recurso.

¿Cómo funciona y qué relevancias tiene en el ámbito educativo?

A diferencia de otras herramientas tecnológicas de búsqueda y generación de información, Chat GPT (del acrónimo Chat Generative Pre-Trained Transformer) es una aplicación de chatbot (un modelo de lenguaje) desarrollado con el propósito de responder preguntas de diversa índole y realizar actividades simulando el comportamiento humano. Este tipo de inteligencia artificial capta infinidad de datos extraídos de la web y mejora sus respuestas mediante la interacción dialógica. Esta característica lo distingue radicalmente de otras herramientas dado que es capaz, a partir de la interacción con los humanos, de integrar nociones, ejecutar rutinas de pensamiento e, incluso, entablar relaciones conceptuales. En pocas palabras, se nutre constantemente de la retroalimentación humana a través del ejercicio conversacional.

Estas singularidades que tanto logran asombrarnos son precisamente las que parecen haber puesto en jaque al sistema educativo, sobre todo en los niveles medio y superior. El problema central de involucrar esta herramienta en el ámbito educativo radica, primordialmente, en la forma de evaluación tradicional. Mediante el uso de Chat GPT por parte de los y las estudiantes para la realización de distintas tareas, los y las docentes se ven imposibilitados de obtener un resultado de evaluación fehaciente. En muchos casos, por las ya mencionadas peculiaridades de la herramienta, resulta incluso difícil identificar cuándo fue utilizada o en qué medida. El plagio, la falta de originalidad, y, lo que más preocupa a los y las docentes, la pérdida total o parcial de la creatividad del alumnado, son algunas de las problemáticas más mencionadas en torno a Chat GPT.

Desafíos de Chat GPT en el aprendizaje

Si bien cabe destacar que el propósito original para el cual Chat GPT fue creado está orientado a facilitar distintos aspectos de la vida humana, muchos especialistas objetan que esto sea así en lo que refiere al ámbito educativo e, incluso, proponen que el uso de este tipo de inteligencias artificiales sea considerado como un ‘problema de índole pública’. Las siguientes desventajas e inquietudes son algunas de las más recurrentes según diversos actores de la educación:

  • Descontextualización: este tipo de aplicaciones de IA no contempla su uso en los distintos contextos sociales, políticos e institucionales ni cómo su uso afectará al rendimiento escolar*.* La forma en que se utilice o no Chat GPT en las escuelas también dependerá del contexto, lo que reflejará factores institucionales tan mundanos como la disponibilidad presupuestaria, la visión de liderazgo, la ansiedad de los padres y la capacidad de los y las docentes, así como la forma en que las escuelas interpretan y promulgan orientaciones y demandas de políticas externas.
  • Opacidad operativa: los sistemas de IA tal como chat GPT son considerados ‘cajas negras’, a menudo inexplicables por razones técnicas o de propiedad, difíciles de interpretar tanto para el personal docente como para los y las estudiantes, y difíciles de cuestionar cuando fallan. Esta opacidad burocrática podría limitar la capacidad de las escuelas y los y las estudiantes para responsabilizar a cualquier actor que inserte la IA en sus procesos administrativos o pedagógicos.
  • Desinformación curricular: si bien no se puede afirmar con exactitud, Chat GPT podría inventar hechos, distorsionar información, no citar fuentes o fallar en discriminar entre fuentes autorizadas y fuentes no confiables. El riesgo es que el uso generalizado de Chat GPT contamine el entorno informativo de la escuela y ofrezca contenidos alternativos a los propuestos en el material curricular y el contenido didáctico oficial.
  • Disminución de la capacidad mental: la dependencia de herramientas tales como Chat GPT para producir contenido personalizado podría conducir a una disminución de los procesos cognitivos, las habilidades de resolución de problemas y el pensamiento crítico de los y las estudiantes. También podría conducir a una mayor devaluación del valor intrínseco del estudio y el aprendizaje.

Nuestro desafío: repensar la práctica docente e incorporar ChatGPT como recurso

A pesar de las distintas desventajas planteadas, concebir a la educación y sus procesos por fuera de este tipo de herramientas de inteligencia artificial es irreal. Resulta evidente que, en lugar de intentar frenar su avance, es conveniente que se comience a pensar en una transformación de las instancias evaluativas en donde ChatGPT gane su lugar como recurso y aliado del docente. Si la educación evolucionó del manuscrito a la era digital, de la paciencia a la era de la inmediatez, de lo desconocido al click de distancia del conocimiento, la era de las nuevas inteligencias será solo un nuevo paradigma al que nos debemos y podremos enfrentar.

Para ello, será esencial poder repensar a la evaluación como un proceso más allá de un resultado final. El gran desafío recae en cómo hacer uso de estas herramientas y cómo incorporarlas con sentido dentro del proceso de aprendizaje dado a que, en definitiva, Chat GPT —entre otras herramientas de inteligencia artificial— ha llegado para quedarse. Proponemos, entonces, otorgar sentido al uso de la herramienta mediante las siguientes consignas:

  • Desafiar las respuestas: propiciar una búsqueda de respuestas a preguntas complejas para luego instar a los y las estudiantes a ser críticos respecto a lo obtenido; trabajar oraciones contrastando tipos de información, comparando fuentes y fechas de actualización de las respuestas provistas.
  • Utilizar el feedback provisto por ChatGPT: que los y las estudiantes puedan delegar una tarea de corrección de estilo a la herramienta y que puedan ellos juzgar la versión propuesta exponiendo y argumentando sus razones para dicha elección.
  • Generar textos en respuesta a consignas creadas por estudiantes: poder utilizar la herramienta para redactar respuestas (ya sea una reseña, un email, un ensayo destacando puntos a favor y en contra, etc.) basadas en textos originales escritos por los estudiantes, a los cuales se los pueda corregir y que luego esto derive en otro texto escrito por los estudiantes en respuesta al creado por la IA.
  • Realizar una presentación sobre un tópico de manera colaborativa con la inteligencia artificial: a partir de una lista de diversos temas, pedir a los y las estudiantes que redacten distintos comandos para que puedan pedirle a la aplicación de ChatGPT que les explique el tema elegido. Luego, entre estudiantes y ChatGPT, generar un ida y vuelta conversacional para así luego poder explicar lo aprendido frente a otros dentro de una franja de tiempo precisa, contando con la información más acotada pero a la vez esencial para la presentación y de forma tal que deje una impronta en el resto de la clase.

 

A pesar de las distintas desventajas planteadas, concebir a la educación y sus procesos por fuera de este tipo de herramientas de inteligencia artificial es irreal. Resulta evidente que, en lugar de intentar frenar su avance, es conveniente que se comience a pensar en una transformación de las instancias evaluativas en donde ChatGPT gane su lugar como recurso y aliado del docente. Si la educación evolucionó del manuscrito a la era digital, de la paciencia a la era de la inmediatez, de lo desconocido al click de distancia del conocimiento, la era de las nuevas inteligencias será solo un nuevo paradigma al que nos debemos y podremos enfrentar.

 

 

Referencias bibliográficas