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El legado de los Centennials en el mundo laboral

Escrito por Autor 1 | Nov 5, 2025 5:42:56 PM

Cada generación transforma la forma de trabajar. Hoy toca a la Generación Z de dejar su huella en el futuro de las empresas.

El mundo laboral es un organismo vivo, en constante cambio. Cada generación que llega trae consigo nuevos valores, nuevas formas de pensar la carrera y, de manera inevitable, deja lecciones para las siguientes. Desde los Baby Boomers hasta los Centennials, la evolución ha estado marcada por transformaciones que reflejan el espíritu de cada época.

Los Baby Boomers, hijos del período de posguerra, vivieron una etapa de expansión económica en la que la lealtad a las empresas era sinónimo de estabilidad y éxito. La Generación X creció en medio de crisis y transformaciones tecnológicas, aprendiendo a equilibrar autonomía y seguridad. Los Millennials, en su mayoría nativos digitales, impulsaron la flexibilidad, el trabajo remoto y la búsqueda de propósito. Ahora, con la incorporación masiva y consolidación de la Generación Z en el mercado laboral, es momento de que un nuevo legado tome forma.

Se estima que, para 2030, los Centennials representarán el 30% de la fuerza laboral mundial. Para ellos, la carrera no se define solo por el salario o el prestigio, sino por el equilibrio, la salud mental y la conexión con los valores personales. Esa visión es la que está redefiniendo las reglas del juego.

Lo que heredamos de las generaciones anteriores

Antes de comprender el impacto de la Generación Z, vale la pena mirar atrás y reconocer las huellas que dejaron quienes vinieron antes. Cada generación imprimió un estilo propio de entender el trabajo y, juntas, construyeron la base sobre la cual los jóvenes de hoy siguen avanzando.

Los Baby Boomers (1946–1964) moldearon un mercado basado en la disciplina, la jerarquía y la progresión lineal. Fueron la generación que más valoró la estabilidad y la permanencia en un mismo empleo durante décadas.

La Generación X (1965–1980) aportó una visión más pragmática: trabajar duro, sí, pero sin renunciar a la vida personal. Este grupo se destacó por su adaptabilidad y su búsqueda de autonomía, anticipando la idea de equilibrio entre trabajo y vida que más tarde se volvería esencial.

Por su parte, los Millennials (1981–1995), que crecieron junto con internet, desafiaron la rigidez del modelo tradicional. Impulsaron el trabajo remoto, defendieron la diversidad y empezaron a exigir que las empresas tuvieran un propósito claro, además de adoptar con naturalidad la movilidad profesional.

El impacto de la Generación Z en el entorno profesional

Nacidos entre 1996 y 2010, los Centennials llegan al mercado laboral como verdaderos nativos digitales y traen consigo nuevas prioridades**. Para ellos, la remuneración es importante, pero no suficiente**. Estudios muestran que el 61% de los profesionales menores de 29 años ya cuentan con beneficios flexibles además del salario fijo, y la salud mental aparece como una de sus principales preocupaciones.

Lo que buscan son paquetes personalizados: seguros médicos que incluyan familiares, vales de alimentación, apoyo para transporte o adelantos salariales. La mayoría valora tener acceso a un seguro de salud, y muchos priorizan empresas que ofrezcan opciones de flexibilidad real, ya sea en los horarios o en el modelo híbrido de trabajo.

Otro punto clave es la coherencia: buscan empresas con valores alineados a los suyos, que respeten la diversidad, la inclusión y la sostenibilidad. Esa postura convierte a la Generación Z en un motor de transformación cultural en las empresas.

Desafíos del presente, lecciones para el futuro del trabajo

Si bien los Centennials dominan la tecnología y la innovación, todavía necesitan desarrollar habilidades esenciales para entornos laborales multigeneracionales. La comunicación clara, la resiliencia y la gestión del feedback surgen como competencias a fortalecer para garantizar un desempeño completo.

Este desafío, sin embargo, no disminuye su aporte. Por el contrario, resalta la importancia del diálogo entre generaciones. Mientras los más jóvenes aceleran la transformación digital y aportan nuevas perspectivas, los más experimentados ofrecen madurez, visión estratégica y estabilidad. El futuro del trabajo será el resultado de esa complementariedad.

El legado de la Generación Z ya está en construcción. Al priorizar la salud mental, la flexibilidad y la coherencia de valores, están abriendo camino hacia un mundo laboral más humano y sostenible. Ahora, es tarea de las empresas ver en este movimiento no una ruptura, sino una oportunidad de evolución.