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Es momento de repensar la capacitación corporativa

Escrito por Autor 1 | Sep 3, 2025 3:48:27 PM

Los métodos antiguos ya no funcionan, y muchos de los nuevos, por sí solos, tampoco. Descubre qué es lo que marca la diferencia en la capacitación de los equipos hoy.

En un escenario donde los presupuestos son cada vez más ajustados y las empresas exigen mayor retorno sobre cada inversión realizada, el desarrollo de talentos también está siendo reevaluado. A esto se suman un déficit persistente de habilidades, jubilaciones masivas de profesionales experimentados y cambios constantes en los perfiles de trabajo impulsados por el avance de la tecnología. En medio de este torbellino, se vuelve inevitable que las empresas repiensen la manera de entrenar a sus equipos para que sea más eficiente en el contexto actual.

Los viejos modelos de capacitación ya no funcionan solos

Durante décadas, el modelo tradicional de entrenamiento corporativo —centrado en cursos presenciales extensos, con calendarios fijos y enfoque en contenidos generalistas— fue la columna vertebral de la capacitación. Pero ese modelo ya no responde al ritmo actual.

Los colaboradores tienen menos tiempo disponible, muchos trabajan de forma remota, los desafíos cambian con mayor frecuencia y las personas quieren aprender de manera personalizada, práctica y relevante. La idea de reunir a un equipo durante ocho horas en una sala para absorber una avalancha de contenido, muchas veces teórico, suena cada vez más ineficiente e incluso desmotivadora.

Por otro lado, la llegada de soluciones tecnológicas y métodos “disruptivos” trajo innovaciones importantes, pero no todas cumplen lo que prometen. Plataformas 100% automatizadas, videos on demand e inteligencia artificial generativa pueden ser útiles, pero necesitan contexto, propósito e integración con la realidad del colaborador para funcionar. Al final, la tecnología por sí sola no transforma a nadie. Lo que transforma es la experiencia de aprendizaje.

Lo que está funcionando: experiencias prácticas y formatos híbridos

Lo que realmente ha demostrado ser eficaz hoy es la combinación de métodos, es decir, el blended learning con propósito. En lugar de elegir entre el modelo antiguo o el nuevo, el camino más eficiente es integrar formatos, adaptándolos a las necesidades reales del negocio y de los profesionales.

Algunas estrategias que están dando buenos resultados:

  • Aprendizaje práctico y vivencial: proyectos reales, simulaciones, role plays y resolución de desafíos específicos del negocio..
  • Aprendizaje entre pares: mentorías inversas, grupos de afinidad y comunidades internas de intercambio de conocimiento.
  • Microlearning en el flujo de trabajo: contenidos breves y puntuales, accesibles en el momento de la necesidad.
  • Rutas personalizadas: con apoyo de la tecnología, es posible adaptar caminos de aprendizaje según el cargo, las metas y el perfil de cada colaborador.
  • Espacios seguros para probar y equivocarse: crear entornos de aprendizaje que acojan el error como parte del proceso.

IA con propósito en el aprendizaje

Hoy no basta con ofrecer entrenamientos puntuales. El desafío está en construir una cultura donde el aprendizaje sea continuo, natural y conectado al día a día de las personas, y no un evento aislado. Esto requiere que Recursos Humanos actúe como facilitador de experiencias, y no solo como proveedor de cursos.

Crear ese ambiente implica permitir que los propios colaboradores elijan parte de lo que aprenden, fomentar la movilidad interna como herramienta de desarrollo y, sobre todo, conectar el aprendizaje con oportunidades reales de crecimiento.

En este proceso, la inteligencia artificial puede ser una gran aliada. Plataformas con IA integrada ofrecen correcciones automatizadas, feedbacks en tiempo real y rutas personalizadas. Pero su verdadero impacto depende del uso estratégico. La IA puede escalar y acelerar el aprendizaje, siempre que no sustituya completamente el factor humano.

La clave está en integrar lo mejor de ambos mundos: la tecnología como herramienta de personalización y eficiencia, y la cultura como motor de compromiso, autonomía y sentido.

Idiomas como parte de la estrategia de desarrollo

En un entorno cada vez más internacionalizado, dominar otros idiomas se ha vuelto un requisito estratégico para cualquier empresa, especialmente en áreas como servicio al cliente, ventas, tecnología y gestión.

Por eso, ofrecer programas de idiomas alineados con las necesidades reales de los colaboradores y de la empresa es una forma concreta de impulsar el desempeño, ampliar la colaboración entre equipos multiculturales y abrir puertas para el crecimiento profesional interno. Pero, como todo proceso de desarrollo, el aprendizaje de idiomas también debe ser flexible, personalizado y conectado con el día a día del trabajo.

En Nulinga ayudamos a las empresas a incorporar la enseñanza de idiomas como parte del desarrollo profesional de sus equipos, uniendo tecnología con clases en vivo dictadas por docentes reales y planes que se adaptan a las rutinas y objetivos de cada equipo. Más que aprender un nuevo idioma, el enfoque está en ganar fluidez para desenvolverse con mayor autonomía en reuniones, presentaciones e interacciones globales, a su propio ritmo.

Creemos que repensar el entrenamiento corporativo exige valentía para cuestionar viejos hábitos y probar nuevas aproximaciones. No existe una fórmula mágica, pero sí un punto de partida claro: poner a las personas —sus realidades, motivaciones y desafíos— en el centro de la estrategia de aprendizaje. Por eso, el momento es de atreverse, integrar y, sobre todo, escuchar. Porque aprender, en el fondo, siempre ha sido un proceso humano.