Por: Lucía Esteban y Lucía Pelater, Contenidistas en Nulinga.
Al comenzar un nuevo ciclo lectivo, necesitamos estrategias útiles para el regreso a clases de nuestros estudiantes.
Estamos próximos a comenzar un nuevo ciclo lectivo y eso genera sensaciones diversas. La motivación y las energías renovadas después del receso se mezclan con las ansiedades e inseguridades que puede generar el retomar una actividad o el comenzar de cero a aprender algo nuevo.
Como docentes, cada vez que comienza el año de clases nos encontramos con estudiantes que llegan a cursar con sus particularidades y en diversas condiciones. Algunas personas siguieron en contacto con los contenidos durante el receso y, naturalmente, manejan cierta fluidez, mientras otras tienen dificultades para recordar lo visto durante el último ciclo lectivo. Algunos/as retoman sus estudios luego de muchos años y otros/as comienzan por primera vez a estudiar una lengua. Nuestros grupos se reconfiguran y se presentan nuevos desafíos para la enseñanza.
En este artículo nos proponemos brindar algunas recomendaciones y consejos que pueden ayudarnos a contribuir a la adaptación de cada estudiante al nuevo grupo, con el objetivo de atravesar esta vuelta a clases de la mejor manera.
Para tener un panorama claro de la situación de nuestros estudiantes y poder planificar con certeza nuestro año de trabajo es importante realizar un diagnóstico. Podemos dedicar las primeras semanas de este nuevo ciclo lectivo a evaluar y prestar especial atención a la capacidad de manejo de las distintas habilidades lingüísticas que posee cada integrante del grupo.
Es importante tener en cuenta qué habilidades nos interesa evaluar y qué variables de la lengua creemos importante medir para pensar las actividades que vamos a proponer durante esta primera etapa de diagnóstico, con el objetivo de conocer el nivel del grupo. Puede ser interesante proponer actividades lúdicas y descontracturadas con objetivos claros que nos permitan evaluar el desempeño de nuestros estudiantes sin necesidad de acudir a una evaluación tradicional. Este también puede ser un buen momento para que los y las estudiantes se conozcan entre sí y comiencen a construir lazos dentro del grupo.
Compartimos algunas ideas para trabajar por habilidad:
Puede ser útil recurrir a los materiales ya trabajados en ciclos anteriores para realizar un repaso de los últimos temas vistos, o bien utilizar recursos nuevos. Por ejemplo, en Nulinga contamos con materiales extra sobre temas culturales diversos, divididos por niveles y especialmente diseñados con un enfoque recreativo que se diferencian en formato y estructura de los materiales clásicos de cursada. Este tipo de materiales pueden ser de gran ayuda al momento de realizar evaluaciones de diagnóstico, ya que cuentan con actividades pensadas para poner en práctica las habilidades lingüísticas en un contexto de clase ameno y distendido.
Como docentes, es crucial comenzar el nuevo ciclo con la elaboración de una planificación pedagógica sobre los contenidos que pensamos trabajar durante el año en nuestros distintos grupos. Una vez pasada la etapa de diagnóstico, ajustaremos esta planificación a los resultados obtenidos, pero también puede ser interesante compartir ciertos elementos de esta planificación con nuestros estudiantes y construir una agenda en conjunto. Para ello, podemos:
El comienzo de un nuevo ciclo lectivo siempre es una buena oportunidad para recordar que cuanto mayor contacto tengan los y las estudiantes con la lengua meta, más avanzarán en su aprendizaje y en el manejo fluido de la misma. Es cierto que no siempre se dispone del tiempo ni de la energía suficiente para lograrlo, además de que no todos nuestros estudiantes tendrán la posibilidad de vivir o viajar a un país donde se utilice cotidianamente la lengua que están estudiando. Sin embargo, existen diversas estrategias que podemos recomendar para motivarlos a que refuercen, intensifiquen o establezcan un contacto frecuente con la lengua de una forma más descontracturada y que puedan sostenerlo durante todo el año:
Muchas de estas estrategias les permitirán, además, tener un acercamiento a diversas cuestiones culturales vinculadas a los países donde se habla la lengua que están estudiando, lo cual resulta de clave importancia a la hora de aprender un idioma.
El principio de año es un gran momento para aprovechar las energías y motivaciones renovadas de los y las estudiantes, pero también es necesario poder ayudarlos a calmar ciertas ansiedades que llegan con todo nuevo comienzo. Por eso puede ser útil empezar de a poco, establecer metas y objetivos no solo a largo sino también a corto plazo que sean realistas y que acompañen los contextos de vida y las necesidades particulares de cada uno de nuestros estudiantes, esto ayudará a evitar y mitigar las posibles frustraciones.
Como docentes, debemos acompañar el proceso de aprendizaje y orientarlos a que puedan atravesarlo con calma, remarcando la importancia de sostener el estudio de una lengua en el tiempo.
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