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Reclutamiento en tiempos de IA: muchas empresas están volviendo al “cara a cara”

Escrito por Autor 1 | Oct 7, 2025 2:59:49 AM

El aumento de postulaciones creadas por algoritmos está llevando a profesionales de HR a revalorizar prácticas más humanas para identificar talentos reales.

Hace ya un tiempo la inteligencia artificial dejó de ser una promesa futurista para convertirse en parte del día a día de candidatos y empresas. Entre los campos más impactados, el reclutamiento ganó protagonismo: hoy, con pocos clics, es posible crear un currículum impecable, redactar una carta de presentación persuasiva e incluso entrenar respuestas para entrevistas, todo con apoyo de algoritmos.

Este movimiento trajo eficiencia para quienes buscan oportunidades, pero también un nuevo desafío para Recursos Humanos: ¿cómo distinguir a los candidatos realmente calificados en medio de una avalancha de aplicaciones creadas o pulidas por IA? La respuesta, curiosamente, ha sido rescatar algo que parecía estar quedando atrás: el contacto humano.

El boom de los CVs generados por IA

Plataformas de IA generativa son capaces de organizar información, insertar palabras clave estratégicas e incluso inventar experiencias que nunca existieron. Reportes recientes señalan que cerca del 40% de los candidatos ya usaron IA para preparar su currículum, mientras que un 25% aplica masivamente a vacantes utilizando estas herramientas.

Esto, por supuesto, trae consecuencias directas para los reclutadores. Además del creciente volumen de postulaciones, también aumenta el número de currículums con datos irreales o inflados. En muchos casos, los documentos parecen demasiado perfectos, pero no reflejan la trayectoria o las habilidades verdaderas del candidato.

El resultado es un embudo de selección sobrecargado. En algunos sectores, el tiempo invertido solo en filtrar candidatos irrelevantes ya puede extenderse por varios días por vacante, volviendo el proceso caro y poco eficiente.

La respuesta de las empresas: de vuelta a lo humano

Frente a este escenario, muchas empresas están apostando por una especie de “retroceso” intencional. Si la primera ola de transformación digital trajo automatización, entrevistas grabadas y filtros automáticos, ahora crece la tendencia de re-humanizar etapas del proceso de selección. Entre las prácticas que están ganando espacio se encuentran:

  • Entrevistas presenciales o síncronas: incluso en posiciones remotas, las empresas volvieron a priorizar el contacto en vivo para evaluar comunicación, espontaneidad y autenticidad.
  • Pruebas supervisadas: los candidatos son invitados a resolver problemas o casos en tiempo real, generalmente por videollamada, asegurando que las respuestas no dependan exclusivamente de la IA.
  • Desafíos comparativos: algunas compañías aplican dos etapas distintas, una donde se permite usar IA y otra donde está prohibido, para evaluar tanto el dominio técnico como la capacidad de adaptación.

 

Este regreso al “cara a cara” no significa abandonar la tecnología, sino crear mecanismos para que la experiencia, el juicio crítico y las soft skills del candidato queden en evidencia.

De hecho, esta búsqueda de humanización no es exclusiva de Recursos Humanos. Sectores como salud, educación, atención al cliente e incluso marketing también están recuperando prácticas más personales para evitar distorsiones causadas por el uso indiscriminado de la IA. La tendencia es clara: cuanto más se sofistican los algoritmos, más crece el valor de las interacciones auténticas entre personas.

El futuro del reclutamiento: equilibrio entre humano e IA

Si bien avanza la humanización, la IA no dejará de ser parte del reclutamiento. Para las empresas, seguirá siendo esencial en la primera etapa de filtrado de currículums, en la verificación de datos y en el análisis de competencias técnicas. Para los candidatos, continuará siendo una aliada útil a la hora de estructurar información o revisar textos.

El punto central puede estar en el equilibrio entre eficiencia tecnológica e interacciones humanas, generando procesos más ágiles y, al mismo tiempo, más acertados. Los profesionales que utilicen IA de manera transparente y ética tenderán a destacarse, mostrando que saben aprovechar la tecnología sin perder autenticidad. Al final, lo que está en juego no es elegir entre humano o algoritmo, sino asegurar que ambos colaboren para un reclutamiento más justo y eficiente.

No hay dudas de que el boom de currículums generados por IA transformó el reclutamiento en un campo de tensiones entre eficiencia y autenticidad. Y la respuesta de las empresas ha sido clara: revalorizar prácticas más humanas para diferenciar candidatos reales de perfiles artificiales.

Y este movimiento forma parte de algo mayor. En prácticamente todas las áreas, crece la percepción de que no basta con automatizar procesos, es necesario mantener a las personas en el centro.

Al final de cuentas, la base de contratar, educar, atender o cuidar sigue siendo construir relaciones de confianza.

Y eso continúa siendo, inevitablemente, una tarea humana.