El verdadero desafío de la capacitación: encontrar el tiempo para aprender

La falta de tiempo es una de las principales barreras para la formación continua, pero con programas flexibles el aprendizaje puede adaptarse a las dinámicas del trabajo.

Hoy ya son muchas las empresas que reconocen el valor estratégico de invertir en el desarrollo de sus equipos. Ofrecen capacitaciones, mentorías y programas de formación, incluso en idiomas, conscientes de que el conocimiento, la comunicación efectiva y la diversidad cultural son claves para crecer en mercados globales. Sin embargo, hay una realidad que persiste: los colaboradores no siempre logran encontrar el tiempo necesario para participar activamente en estas instancias de aprendizaje.

En el caso de los líderes de equipos, esto es aún más evidente. Según un estudio de la Association for Talent Development (ATD), más del 90% de los gestores aseguran no tener tiempo suficiente para capacitarse, a pesar de que la mayoría de las empresas cuenta con programas de desarrollo para ellos. Esta falta de tiempo no solo limita el crecimiento individual, sino también el rendimiento de los equipos. Frente a esto, el reto de los equipos de training y recursos humanos se ha convertido en diseñar experiencias que se adapten mejor a la realidad de los colaboradores.

Cuando el tiempo es la barrera del aprendizaje corporativo

En la mayoría de las empresas, el día a día laboral deja poco margen para la capacitación. Las metas urgentes, las reuniones constantes y las responsabilidades operativas suelen postergar cualquier intento de formación, incluso cuando existe interés genuino por parte de los empleados. Este dilema es especialmente visible en la capacitación en idiomas, una habilidad que nunca dejó de ser demandada en contextos empresariales internacionales.

El informe de ATD señala que las empresas de alto rendimiento son aquellas que integran estrategias más dinámicas, como actividades previas y posteriores a la capacitación o módulos de aprendizaje breves (“bite-sized learning”), que facilitan la continuidad. En otras palabras, el aprendizaje debe ser accesible, flexible y sostenido en el tiempo, no un esfuerzo aislado que interrumpe la rutina.

Flexibilidad: el nuevo eje del aprendizaje corporativo

La clave para superar la falta de tiempo no está en exigir más dedicación, sino en ofrecer más alternativas. En este sentido, experiencias de aprendizaje de idiomas, como **Nulinga,** han desarrollado modelos que se adaptan a los diferentes ritmos y realidades laborales.

En el caso de Nulinga, el nuevo plan FLEX fue creado pensando justamente en quienes tienen agendas cambiantes y no pueden comprometerse con un horario fijo. Este plan permite acceder a clases de idiomas de forma totalmente flexible y asíncrona, eligiendo cuándo y cómo aprender, sin perder la guía de tutores.

A su vez, para quienes prefieren mantener una rutina estable, el plan FULL combina estructura y adaptabilidad: los empleados pueden elegir el horario que mejor se ajuste a su jornada laboral y, si algo cambia, modificarlo fácilmente. Además, si surge un imprevisto, existe la posibilidad de cancelar o incluso recuperar la clase, asegurando que el progreso no se detenga. En un entorno donde la gestión del tiempo es un desafío permanente, esta flexibilidad es lo que permite que la capacitación deje de ser un pendiente y se convierta en un hábito.

Programas de idiomas que complementan el trabajo

El futuro del aprendizaje corporativo de idiomas no pasa por imponer programas estandarizados, sino por diseñar experiencias que acompañen el flujo real del trabajo. Hoy, la capacitación en idiomas puede ser parte del día a día sin necesidad sacrificar productividad. Con soluciones digitales, clases guiadas por docentes y herramientas que combinan tecnología y conexión humana, aprender se vuelve algo natural y sostenible.

Las plataformas de idiomas para empresas como Nulinga demuestran que la formación puede convivir con la rutina laboral si se integra de manera inteligente. Cuando un colaborador puede elegir su ritmo, su horario y su modo de aprender, la motivación se mantiene alta y los resultados son tangibles. Porque el verdadero éxito de una empresa no depende solo de cuánto invierte en capacitación, sino de cómo logra que sus equipos realmente aprendan.

Es por eso que la falta de tiempo no tiene por qué ser un obstáculo para el desarrollo profesional. Con enfoques más flexibles, personalizados y realistas, la capacitación se transforma en una oportunidad alcanzable para todos.

El futuro del aprendizaje corporativo no está en tener más horas disponibles, sino en aprovechar mejor las que ya tenemos.

Si te interesa saber más sobre cómo nuestros planes pueden encajar en la rutina de tus equipos, déjanos tus datos aquí y te contamos todo.

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