A medida que la Inteligencia Artificial se vuelve más popular, el lado humano podría convertirse en una experiencia para pocos.
Un futuro en el que pagar mucho más para ser atendido por una persona de verdad, de carne y hueso, puede estar más cerca de lo que imaginamos. A medida que las herramientas basadas en Inteligencia Artificial (IA) se vuelven cada vez más populares, eficientes, accesibles y fáciles de usar, recibir atención humana será cada vez menos frecuente y más costoso, convirtiéndose en un lujo para pocos.
Este escenario no es difícil de prever, considerando que algunos servicios ya operan de esta forma. Es común, al contratar un software, que los planes más costosos ofrezcan atención personalizada por un ejecutivo. Todos sabemos que, para resolver problemas, obtener respuestas específicas y recibir atención personalizada, un ser humano entrenado y capacitado siempre será la mejor opción. Sin embargo, no todos pueden elegir el plan más caro al contratar un servicio y, muchas veces, debemos conformarnos con robots.
Otro contexto en el que la atención humana se está volviendo un lujo es en el área de la psicología. Sin entrar en la discusión sobre si hablar de tus problemas con un robot es eficaz o no, ya existen muchas aplicaciones creadas con ese objetivo, que cuestan una fracción del precio de una sesión con un profesional de verdad.
Aprendizaje con IA vs. aprendizaje con humanos
Recibir atención de una persona real, en lugar de un robot, no es más costoso solo por pagar a un profesional. En la mayoría de los casos, la atención humana es mucho más eficiente para resolver situaciones complejas, ya que solo otra persona posee la inteligencia emocional y las experiencias necesarias para comprender y ofrecer el mejor soporte.
La tecnología seguirá siendo esencial en cualquier caso. Sin embargo, siempre funcionará mejor cuando camine de la mano con las relaciones humanas. Un buen ejemplo de esto es el aprendizaje. Desde hace muchos años, plataformas y aplicaciones de aprendizaje de idiomas han sido una gran ayuda para quienes no pueden invertir tiempo y dinero en una escuela de idiomas. Sin embargo, estudios han demostrado que, cuando un profesor o tutor acompaña al estudiante en su proceso de aprendizaje, las probabilidades de que complete el curso son mucho mayores.
En Nulinga, por ejemplo, siempre hemos unido la tecnología con las relaciones humanas en nuestras clases de idiomas, ya que sabemos que el éxito reside precisamente en esa fórmula. Aunque somos una plataforma 100% digital, repleta de funcionalidades tecnológicas, tanto para los estudiantes como para las empresas que nos contratan para capacitar a sus equipos, no dejamos de lado el aspecto humano. Nuestras clases son siempre en vivo, con profesores reales que acompañan a los estudiantes durante todo el curso. De esta forma, no solo es posible recibir la orientación necesaria en las actividades, sino también crear un lazo de confianza entre alumno y profesor, algo que los motiva a ir más allá.
La IA es fundamental, pero no lo reemplaza todo
Es innegable que la IA llegó para solucionar muchos problemas y facilitar la vida de las personas. Sin embargo, es verdad que no estamos –y probablemente nunca estaremos– preparados para que sea la única opción. Pedir una hamburguesa en una cadena de comida rápida o pagar por una prenda de ropa en un centro comercial son situaciones que pueden ser fácilmente resueltas por la tecnología y la Inteligencia Artificial, siempre que el sistema funcione correctamente. Sin embargo, dejar asuntos delicados, complejos y emocionales en manos de una herramienta que no comprende la delicadeza ni las emociones es algo completamente diferente.
