Las empresas con equipos de diferentes nacionalidades necesitan adoptar estrategias sólidas para una comunicación interna clara y fluida.
Con la internacionalización de las empresas, y sobre todo la popularización de la modalidad “work from anywhere”, se ha vuelto cada vez más habitual que las organizaciones cuenten con equipos formados por personas de diferentes países, culturas y con diferentes idiomas maternos. Reuniones multilingües, eventos internacionales y negociaciones transfronterizas se han convertido en actividades cotidianas y han traído consigo el desafío de mantener una comunicación corporativa clara y fluida, donde todos se entiendan y se sientan bienvenidos, sin importar origen, idioma o jerarquía.
Las comunicaciones internas bien gestionadas son efectivas para mantener a un equipo motivado, creativo y alineado con un propósito común. Sin una comunicación fluida, las interrelaciones entre los distintos departamentos de una empresa suelen funcionar mal y suponen elevados costes para las empresas, principalmente por duplicación de tareas y equipos desmotivados.
Gracias al desarrollo tecnológico y al crecimiento de la internacionalización de los equipos, actualmente existen múltiples herramientas de comunicación interna que contribuyen a una comunicación clara e integral. Sin embargo, confiar únicamente en la tecnología no siempre es suficiente, especialmente si el objetivo es que las personas se sientan apoyadas y cómodas.
6 estrategias para una comunicación fluida en empresas multilingües
Para una comunicación interna eficaz en una empresa multilingüe, es fundamental respetar la diversidad y crear un entorno en el que todos se sientan valorados e incluidos. Sumado a esto, es importante incluir estrategias y herramientas que faciliten esta tarea y den tranquilidad a las personas. Esto no solo mejora la eficiencia, sino que también contribuye a un ambiente de trabajo más armonioso y productivo donde todos ganan.
Estas son algunas estrategias que pueden mejorar la claridad y fluidez en la comunicación corporativa y hacerla más humana:
Establecer el idioma oficial de la empresa
Con equipos multilingües, a menudo resulta difícil comunicar algo rápidamente en varios idiomas o incluso organizar una reunión con personas con diferentes idiomas primarios. Por tanto, definir un lenguaje global u oficial de empresa es fundamental. Normalmente, el idioma elegido por la mayoría de las empresas es el inglés, aunque no tengan su sede en países de habla inglesa. Esto se debe a que el inglés tiende a ser un punto de conexión cultural y es relativamente fácil de aprender. Además, hoy en día muchos documentos y materiales de capacitación, por ejemplo, están en inglés. Sin embargo, según la ubicación geográfica de la empresa y el idioma principal de la mayoría de los empleados, la lengua oficial de la empresa puede ser distinta.
Ofrecer cursos de idiomas
Ofrece oportunidades de aprendizaje de idiomas para los empleados que quieran mejorar sus habilidades lingüísticas. Esto podría incluir clases, recursos en línea o incluso programas de intercambio cultural. Los cursos de formación online, por ejemplo, hacen que el aprendizaje en las empresas sea mucho más accesible, interactivo y eficaz, ya que ofrecen flexibilidad y están disponibles para su uso futuro. De esta forma, las personas pueden mejorar sus habilidades en el idioma oficial de la empresa o incluso aprender el idioma de sus compañeros.
Exponer los idiomas nativos de los empleados
Aunque el inglés haya sido definido como el idioma oficial para las comunicaciones internas de la empresa, la sensación de recibir información o tener interacciones en el propio idioma puede tener efectos positivos en las personas. Por eso, es importante intentar en la medida de lo posible exponer a todos los empleados qué idiomas habla cada uno de ellos. Esto se puede hacer en la firma del correo electrónico o en los perfiles de usuario de las plataformas utilizadas para la comunicación interna o la gestión de proyectos.
Fomentar el intercambio cultural entre compañeros
Cuando sea posible, crea equipos de trabajo multilingües para promover la interacción entre empleados de diferentes orígenes lingüísticos. Esto puede resultar especialmente eficaz en proyectos colaborativos. Promover una cultura de respeto e inclusión cultural es fundamental en una empresa internacionalizada, y parte de ello es reconocer y celebrar las diferentes tradiciones de las culturas representadas en la empresa. Asegúrate también de que todos los empleados comprendan la importancia de la diversidad lingüística en la empresa.
Proporcionar herramientas que ayuden a los equipos a comunicarse
Para comunicarse eficazmente en una comunidad multilingüe, una alternativa puede ser localizar contenidos con plataformas de traducción especializadas que ofrezcan aplicaciones que simplifiquen la gestión de contenidos. Por ejemplo, traducir instrucciones del inglés al portugués en una empresa con sede en Estados Unidos y sucursal en Brasil podría ayudar a cumplir con las regulaciones en ambas oficinas al eliminar el ruido de comunicación causado al explicar los procedimientos a un empleado en un idioma que no es nativo de su país. Las herramientas de comunicación interna, como intranets y aplicaciones de mensajería, que admiten la traducción automática o la capacidad de cambiar entre idiomas facilitan mucho la comunicación.
Definir responsables de comunicación regionales
Este tipo de estrategia de comunicación global también se puede resolver fácilmente con gestores de comunicación bilingües o multilingües a nivel local. Funcionan como destinatarios de datos que luego los redistribuyen como contenido corporativo localizado y adaptado al idioma local. Esto puede ayudar a evitar malentendidos y promover un entorno de trabajo más inclusivo.
Implementar una comunicación corporativa eficiente y fluida en empresas internacionalizadas o multilingües puede llevar algún tiempo, ya que requiere de un gran compromiso con la inclusión, la formación y el uso de herramientas adecuadas. Al adoptar estas estrategias, las empresas pueden aprovechar al máximo la diversidad lingüística y cultural de sus equipos globales, convirtiéndola en una ventaja competitiva en lugar de un obstáculo, especialmente si el foco está en las nuevas generaciones de profesionales.
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