La educación corporativa es clave para minimizar la brecha de competencias, pero es fundamental entender cómo aprende cada empleado.
La creciente escasez global de habilidades y la persistente brecha de talentos en los últimos años vienen obligando a las empresas a reevaluar sus enfoques hacia los programas de aprendizaje. Para muchos expertos en educación corporativa, la transición hacia un modelo basado en habilidades se ha convertido en la clave para cerrar esta brecha, promover la agilidad organizacional, mejorar el compromiso de los empleados y atraer talentos de manera significativa.
Aunque las capacitaciones y entrenamientos deben ser cumplidos por todos los empleados, sabemos desde la enseñanza obligatoria en las escuelas que no todas las personas aprenden de la misma manera. Reconocer el perfil de los estudiantes es fundamental para entender cómo cada uno puede absorber mejor el conocimiento y ponerlo en práctica, sobre todo en el entorno corporativo.
Un reciente informe de la plataforma Udemy, titulado "Making Learning Work for Everyone: The 5 Learner Profiles", ha identificado cinco perfiles únicos de estudiantes corporativos. Estos perfiles, definidos por motivaciones, mentalidades y criterios de éxito específicos, están distribuidos de manera casi uniforme:
- Estudiante devoto: Motivados por el interés genuino en diversos temas, estos estudiantes disfrutan aprendiendo por el mero placer de adquirir conocimiento.
- Estudiante social: Orientados al éxito y motivados por su entorno, estos estudiantes buscan validar su progreso comparándose con sus compañeros.
- Estudiante confiado: Proactivos y desafiantes, estos estudiantes se motivan por cómo el aprendizaje les ayuda a alcanzar metas específicas.
- Estudiante emergente: Prefieren una orientación clara mientras construyen su confianza en el proceso de aprendizaje.
- Estudiante práctico: Buscan comodidad y estructura, prefiriendo un enfoque más estable y menos desafiante en su aprendizaje.
La brecha de habilidades y el rol del aprendizaje corporativo
En América Latina y a nivel global, las empresas enfrentan el reto constante de cubrir sus brechas de habilidades, lo que afecta su capacidad para avanzar en su transformación digital y adoptar tendencias emergentes. Para superar estos desafíos y convertirse en organizaciones basadas en habilidades, es fundamental que las empresas implementen programas de aprendizaje efectivos, escalables y personalizados para sus equipos.
Un aspecto clave para el éxito de los programas de aprendizaje es comprender qué motiva intrínsecamente a los distintos perfiles de estudiantes corporativos. Aquellos que valoran una experiencia de aprendizaje tienden a involucrarse más y completar los programas. Por ejemplo, los estudiantes confiados se sienten motivados por la relación directa entre el aprendizaje y el logro de resultados específicos, mientras que los estudiantes devotos disfrutan aprendiendo por la alegría de adquirir nuevos conocimientos.
Al identificar lo que genera valor intrínseco en cada perfil, los líderes de aprendizaje pueden incrementar el compromiso y facilitar que los estudiantes inviertan más en el desarrollo de nuevas habilidades.
Diferencias generacionales en la motivación para aprender
Las diferencias generacionales en la fuerza laboral también influyen en las perspectivas de aprendizaje. La generación Z, por ejemplo, se muestra más motivada por incentivos externos. Entre estos, los estudiantes sociales (18%) y emergentes (19%) destacan por su tendencia a buscar reconocimiento y aprobación externa. En contraste, los Baby Boomers, la generación más antigua en la fuerza laboral, presentan un mayor índice de estudiantes confiados (16%).
A medida que la composición generacional de la fuerza laboral sigue evolucionando, los equipos de aprendizaje deben tener en cuenta estas diferencias en mentalidades y expectativas para optimizar el compromiso en el futuro.
Programas multimodales: el estándar de oro en el aprendizaje corporativo
Los perfiles de estudiantes devotos, confiados y prácticos tienden a preferir el aprendizaje autodirigido. Por otro lado, los estudiantes sociales y confiados valoran medir su éxito en comparación con el desempeño de sus compañeros, lo que indica un enfoque más competitivo. Sin embargo, perfiles como los estudiantes emergentes pueden sentirse intimidados en entornos de aprendizaje altamente competitivos.
Aunque los principios básicos de la ciencia del aprendizaje muestran que todos los estudiantes necesitan ciertos elementos universales para aprender de manera eficaz, estos no se manifiestan al mismo nivel ni al mismo tiempo en cada individuo. Esta diversidad puede representar un desafío para los responsables del aprendizaje corporativo a la hora de diseñar programas efectivos. Por eso, al comprender los perfiles de aprendizaje y su distribución en la organización, es posible crear experiencias de aprendizaje que generen un mayor compromiso y que respondan a las diversas necesidades, logrando un impacto positivo tanto para los empleados como para la empresa.
El aprendizaje de idiomas: un pilar fundamental en el desarrollo corporativo
En un entorno corporativo cada vez más globalizado, el aprendizaje de idiomas ha emergido como una competencia esencial para los empleados, especialmente aquellos que forman parte de empresas multinacionales o que interactúan con clientes y colegas en otros países.
La efectividad del aprendizaje de idiomas depende de muchos aspectos y también suele variar según el perfil del estudiante. Por ejemplo, los estudiantes devotos suelen estar intrínsecamente motivados para aprender un idioma por el placer de dominar una nueva habilidad. En contraste, los estudiantes sociales pueden estar más motivados por la posibilidad de usar sus nuevas habilidades lingüísticas en situaciones sociales o de negocio. Los estudiantes confiados probablemente se enfoquen en adquirir un nuevo idioma con el fin de cumplir objetivos específicos, como una promoción o una nueva asignación en otro país.
Además, la diversidad de preferencias en el aprendizaje subraya la necesidad de ofrecer programas de idiomas que sean flexibles, personalizados y que tengan un acompañamiento constante, permitiendo a cada estudiante avanzar de acuerdo con su estilo de aprendizaje. Esta personalización en el aprendizaje no solo mejora la retención del idioma, sino que también aumenta la confianza de los empleados en su capacidad para comunicarse en un contexto global.
Por eso, si tu empresa está pensando en implementar un programa de idiomas corporativo para sus equipos, Nulinga puede ser la solución ideal. Déjanos tus datos aquí para conocer más acerca de nuestros programas.
