Cambiar de trabajo constantemente se convirtió en una práctica muy común para los profesionales y en un gran inconveniente para las empresas.
En la última década, la estabilidad laboral que la generación X y los baby boomers tanto anhelaban fue perdiendo el sentido gracias a una revolución emprendida por los millennials. Esta generación, que empezó digitalizarse en la adolescencia, descubrió nuevas maneras de vivir y trabajar y decidió no aceptar los modelos de vida obsoletos de sus padres y abuelos. En el ecosistema laboral, esto significa no permanecer en un ambiente que no les da lo que esperan. No importa si hace un año o cinco meses que ingresaron a una nueva empresa, si no están satisfechos, los millennials suelen buscar una oportunidad en otro lugar, sin culpa y sin miedo, forjando el concepto de job hoppping.
Para las personas que adoptaron el job hopping en su vida profesional, cambiar de trabajo de manera voluntaria con frecuencia puede traer más ventajas que desventajas. Para las empresas que las contratan, sin embargo, la constante rotación de personal se puede convertir en un gran problema, tanto económico como de desarrollo y crecimiento. La frecuente búsqueda y entrenamiento de profesionales para un mismo puesto hace que los equipos pierdan tiempo hábil y pueden incluso retrasar proyectos que estaban en andamiento.
Es muy probable que este nuevo escenario popularizado por los millennials sea profundizado con el ingreso de las nuevas generaciones al mercado laboral. La generación Z incluso ya arrancó su vida profesional con el concepto de job hopping completamente normalizado.
Una queja muy común entre los críticos del job hopping es la de que ahora quienes ponen las reglas son profesionales y no más las empresas, pero eso no es del todo cierto. Las empresas siguen determinando las reglas, la diferencia es que los profesionales se sienten más libres para decidir si las aceptan o no. Y si no las aceptan, buscan otro lugar.
Qué pueden hacer las empresas para evitar el job hopping
Lidiar con personas adeptas del job hopping no es una tarea fácil, y el panorama para el futuro no es muy alentador. La mentalidad de los nuevos profesionales no solo no cambiará, como es posible que las nuevas generaciones sean aún más exigentes. Por eso, es importante que las empresas empiecen a entender qué es lo que buscan estos profesionales y, en lo posible, desarrollar un ambiente en donde quieran permanecer por más tiempo.
Proporcionar oportunidades de crecimiento y desarrollo
Es muy importante que las empresas inviertan en el desarrollo de sus empleados, ofreciendo programas de capacitación, oportunidades de mentoría y posibilidades de ascenso. Los profesionales de hoy esperan mucho más de la empresa que simplemente recibir un sueldo a cambio de su tiempo y dedicación. Y los empleados que tienen una clara visión de su futuro en la empresa tienen más probabilidades de permanecer a largo plazo.
Ofrecer salarios y beneficios económicos competitivos
Es cierto que para estas personas el salario no es lo único que importa al momento de aceptar una propuesta de trabajo, pero es lógico que todavía es una parte muy importante en esta decisión. Mejores salarios y beneficios (los de verdad, no el ping-pong en la oficina) siempre han significado una mayor atracción y retención de perfiles cualificados. Y a eso se puede sumar incentivos adicionales, como bonos, tarjetas de alimentación y créditos para actividades que sean de interés del empleado.
Ofrecer flexibilidad y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal
Hoy en día varios estudios ya han comprobado que para muchas personas la flexibilidad, tanto en la cuestión del horario como en poder elegir desde dónde trabajar, tiene un peso mayor que el salario al momento de aceptar una propuesta laboral. Para estos profesionales, de nada sirve tener el mejor sueldo del mercado si están obligados a trabajar todos los días desde la oficina, de 9 hs a 18 hs. Eso porque valoran mucho más su salud mental y la convivencia con su familia, y el job hopping jamás será un problema para ellos.
Valorar más el trabajo de las personas
Cuando los profesionales no se sienten apreciados en la compañía, el deseo de abandonarla llegará, tarde o temprano. Para los millennials y las nuevas generaciones, es importante que la empresa en donde trabajan deje muy claro su valor y que son una pieza clave en el engranaje de la organización. Dar feedbacks positivos cuando un trabajo está bien hecho también es fundamental para que las personas se sientan valoradas por sus líderes.
Crear un ambiente laboral sano y diverso
Un ambiente con una constante competencia entre colegas, con gerentes obsesionados en hacer micromanagement y dónde el clima es de frecuente tensión, seguramente no será el lugar en donde los profesionales de las nuevas generaciones querrán estar. Por eso, es muy importante fomentar un lugar en donde las personas se ayuden mutuamente y tengan empatía con sus compañeros o subordinados.
Cumplir con lo pactado
Si en la propuesta laboral la empresa sostuvo que se puede hacer home office 3 días a la semana y que los gerentes no se comunican con el equipo fuera del horario de trabajo, eso es lo que la persona esperará cuando empiece a trabajar. Si lo que fue dicho en la entrevista no es cumplido, las chances de que una persona deje su puesto en las primeras semanas son grandes.
Si bien muchos equipos de recursos humanos suelen tratar de identificar e incluso evitar perfiles profesionales que tienden a hacer job hopping, esta ya es una característica muy común en el mercado laboral actual. Los perfiles más cualificados son los que generalmente tienen más exigencias al momento de aceptar una propuesta laboral y los que más fácilmente dejan un trabajo en donde no están del todo satisfechos. Por eso, más importante que intentar evitar este tipo de contratación es hacer que estos profesionales quieran permanecer en la empresa simplemente porque se sienten bien en donde están.
