Por: Renata Maldonado, directora de Recursos Humanos para Natura y Avon México
Recursos Humanos (RH) es más que contratar y desvincular personas, es más que organizar las fiestas de fin de año o enviar mensajes de felicitaciones por cumpleaños. La función es estratégica y eso no es mera retórica, hoy la gestión de talento puede definir el éxito de un negocio.
Los cambios en el mundo del trabajo demandan departamentos de gestión de talento fuertes y con el respaldo de la dirección general. Por un lado, México ha pasado por uno de los periodos con más modificaciones a la legislación de trabajo, en seis años se aprobaron 114% más reformas laborales que en los últimos 30 años, según cifras del Congreso de la Unión. Y a esto se suma la transformación en las prioridades de las personas y lo que esperan del entorno laboral.
Solo Recursos Humanos puede apoyar al negocio a adecuarse a estos cambios y esa adaptación no es opcional, las empresas que no hagan nada pueden tener un impacto negativo en las finanzas.
Por ejemplo, la actualización de la tabla de enfermedades de trabajo y el reconocimiento de trastornos mentales abre la puerta a incapacidades por estrés laboral o ansiedad, y eso tiene un impacto en las cuotas que pagan las empresas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
¿Y quién se encargará de diseñar las estrategias para mejorar el clima organizacional y evitar que el ambiente de trabajo dañe la salud mental de las personas?
Efectivamente, es Recursos Humanos.
Y para visibilizar las afectaciones financieras por no adecuarse a las nuevas expectativas de los colaboradores, basta mencionar que la rotación temprana, misma que se presenta en la mayoría de las ocasiones por un desencanto, puede costarles a las empresas hasta 170,000 pesos (mexicanos) por cada trabajador, de acuerdo con la plataforma Hitch. El impacto económico está asociado con los recursos destinados a la desvinculación, las pérdidas en productividad por la ausencia de la persona y los costos relacionados con la motivación del equipo o la imagen de la empresa.
A Recursos Humanos se le ha visto durante muchos años como el departamento de las buenas intenciones, el humanista, pero esta falsa percepción es porque el negocio no ha comprendido el impacto que tienen indicadores como la rotación laboral, el compromiso de las personas o la marca empleadora, solo por citar algunas métricas.
En buena medida, una parte del rol protagónico de RH en los negocios depende de los propios directivos de talento, el lugar se gana, no se pide. Y eso requiere de asumir un papel estratégico, perderles el miedo a los datos y comenzar a vincular la gestión de colaboradores con la rentabilidad de las empresas.
El panorama de cambios legislativos y las nuevas demandas del talento presionan a las empresas a trabajar más en cultura organizacional, en enfocarse en la gestión estratégica de las personas, en desarrollar al liderazgo, en escuchar activamente a los colaboradores, en flexibilizar la oferta de valor al empleado. Y eso solo se logrará con un departamento de RH fuerte y con un rol protagónico.
La buena noticia es que el 49% de los líderes de negocio reconoce que Recursos Humanos es importante en la empresa, según el estudio Las cinco fuerzas del cambio organizacional en México 2024 de la firma Thrust. La mala noticia es que el 47% de esos mismos directivos considera que las estrategias de atracción y retención de talento en sus empresas no son efectivas.
El debate sobre la importancia que tiene RH para el negocio parece haberse superado, pero la gestión de talento está entrando en un nuevo paradigma que debe derribarse: por qué apostar financieramente en estrategias de atracción y fidelización de colaboradores, en desarrollo de cultura organizacional, en la oferta de valor al empleado. Y esta nueva discusión solo se superará con directivos de Capital Humano que logren vincular su trabajo con los objetivos comerciales.
Esto no significa eliminar la visión humanista de RH, hablamos de la oportunidad de incorporar ese enfoque humano en las decisiones de negocio. Lo más importante para una empresa siempre serán las personas, pero la evolución de la gestión de talento solo será posible insertando las estrategias de capital humano en las metas comerciales.
Recursos Humanos ha sido el hermano incomprendido en las empresas, pero con ese enfoque las organizaciones no podrán sortear los retos que plantean los cambios en las expectativas del talento y las transformaciones en las regulaciones de trabajo. Es el mejor momento para dirigir la gestión de colaboradores, pero hay que mostrar que merecemos ese rol protagónico.