Lo que en la teoría puede parecer perfecto para hacer frente a la falta de tiempo, en la práctica puede no funcionar como se espera.
Ya nadie tiene tiempo para nada. Y tampoco las ganas. Es tanta información, tantas obligaciones, compromisos y necesidades, muchas veces falsas e impuestas por la industria, que reservarse un momento para aprender o perfeccionar un idioma se ha convertido en algo cada vez más penoso. Entonces, para tratar de surfear esta ola, los cursos on-demand a precios bastante modestos y con la promesa de aprender un idioma a tu propio ritmo empezaron a diseminarse como una plaga en un maizal.
En teoría, parece perfecto. En la práctica, no tanto. Eso porque la industria del e-learning estima que solo el 10% de las personas concluyen un curso online on-demand o pregrabado, y no hablamos solo del aprendizaje de idiomas. ¿Los motivos? La falta de comprensión del contenido y de cómo realizar las tareas, la falta de tiempo, el aburrimiento y la falta de motivación.
En este contexto, es cierto que las metodologías virtuales, interactivas y personalizadas de aprendizaje de idiomas pasaron a tener múltiples ventajas por sobre otras modalidades. Este tipo de aprendizaje implica una participación activa por parte de los estudiantes en su proceso de formación. A través de actividades prácticas, discusiones en grupo, simulaciones, juegos y otros métodos participativos, las personas no solo absorben información, sino que también la internalizan y comprenden cómo aplicarla en su día a día.
Este enfoque no solo es más efectivo que las simples conferencias, los cursos on-demand, o las lecturas pasivas, sino que también estimula el pensamiento crítico en el idioma y la resolución de problemas, habilidades esenciales en el entorno empresarial moderno. Un aprendizaje efectivo exige más de las personas, las saca de su zona de confort y las pone en situaciones en las cuales necesita utilizar el conocimiento adquirido para poder manejarlas exitosamente.
Aprendizaje humanizado de idiomas en el contexto corporativo
En los últimos años, quedó comprobado que este tipo de enfoque interactivo y personalizado no solo aumenta la adhesión de las personas en el entorno de la capacitación corporativa, sino que también fortalece la cultura organizacional, mejora la retención de conocimiento y promueve un ambiente de trabajo más inclusivo y colaborativo. Sin embargo, la efectividad de estas metodologías de aprendizaje, suele depender de muchos factores.
De nada sirve ofrecer toda la interactividad del mundo si no hay nadie acompañando a las personas en su proceso de aprendizaje. En este sentido, el aspecto humano en el proceso de capacitación corporativa es fundamental. Los empleados no son simplemente receptores de información, son individuos con experiencias, emociones y necesidades únicas. Al humanizar el aprendizaje, las empresas reconocen y valoran la diversidad de sus equipos, adaptando el proceso para satisfacer las distintas formas de aprender y los intereses de las personas.
En este escenario, podemos usar nuestro propio ejemplo. En Nulinga, además de ofrecer una plataforma moderna e interactiva en nuestras clases de idiomas, también contamos con docentes en vivo apoyando a los estudiantes y direccionando el contenido del curso.
Es muy importante que, mientras aprenden, las personas puedan sacar sus dudas en tiempo real y tener un proceso de aprendizaje adaptado a su propia experiencia. Por eso, uno de los puntos fundamentales al momento de buscar un proveedor es garantizar que ofrezca cursos online con profesores en vivo. El compromiso de los estudiantes con su tutor, sumado al soporte y el incentivo constante, pueden hacer que la tasa de conclusión de los cursos pase del 10 al 80%. Y, claro, siempre evitando las “soluciones mágicas” y las falsas promesas.
Si tu empresa está considerando implementar un programa de idiomas corporativo para sus equipos, Nulinga puede ser la solución ideal. Déjanos tus datos aquí para conocer más acerca de nuestras soluciones de idiomas.
